98. UN REINO CAÍDO EN DESGRACIA
GREYSON
Estuve a punto de fracasar tantas veces, sin embargo, por Ava, por las promesas que hicimos juntos, por ese futuro que tanto anhelaba, me levanté una y otra vez.
Con un último rugido encolerizado, el cuerpo herido y más allá del límite del cansancio de Kaos, se sumergió en medio de ese torbellino de poder.
Deseábamos esa magia para evolucionar, para controlar esa transformación increíble.
Jamás imaginé que todos estos años de dolor, me los pude haber ahorrado.
—¡Aaggrr! ¡¿Por qué?! —me abalancé sobre esa hechicera mentirosa—. ¡¿Por qué, si sabías la verdad, nunca interviniste?!
Desde el inicio ella también había jugado conmigo.
Su cuerpo se estrelló contra las piedras manchadas de marcas de manos ensangrentadas y surcos de garras.
Todo esto lo había hecho yo.
La ira me recorría mientras apretaba la mano en su cuello, aún acostumbrándome a mi nueva fuerza, rapidez y letalidad.
—¿Usted… me hubiese creído? —me dijo con una sonrisa torcida, mezcla de tristeza y algo más.
Mis pupil