78. CUERVOS CARMESÍES
GREYSON
El día pasó y esa tarde, Owen y yo marchamos en la Hummer para sumergirnos por los caminos escarpados en dirección al corazón de Crimson Raven.
La zona prohibida, sellada con un hechizo que solo yo o mi linaje podíamos atravesar.
Por supuesto, también estaban los Caídos.
No había hechizo que los detuviera el día en que su amo amenazaba con despertar.
—¡Ahsshh! —Owen se llevó la mano al pecho cuando pasamos a través de las antiguas rejas oxidadas.
Sabía muy bien el dolor que había sentido. Era como si una daga te atravesara el corazón sin piedad.
—Es porque pasamos la barrera, estamos cerca de la cripta.
—Papá, ni te inmutaste —me dijo y torcí la boca dando un suspiro.
—¿Sabes cuántas veces he hecho esto? —respondí, y lo peor estaba por venir—. Owen, multiplica ese dolor por mil… —le advertí.
—. Es lo que sentirás cuando recibas la maldición y evoluciones.
No me respondió, pero el ambiente se hacía más y más opresivo.
Detuve el auto porque el camino se cerraba y se vol