NARRADORA

Del otro lado, cerca del palacio, Grayson llegaba con Ava y una Irina desmayada… como de costumbre.

—¡Papá! —Owen enseguida se acercó.

—Búscame dónde acomodarla.

El Alfa pidió, y la verdad no es que hubiese muchas comodidades en el campamento improvisado del bosque.

—Yo lo guío —Leonardo le dijo, quitándose la chaqueta para acomodarla bajo un árbol.

—Espera, Ava… —Owen la tomó del brazo, apartándola a un lado, aprovechando que su padre la había dejado sola unos segundos.

Ava no dijo nada, se quedó mirándolo, esperando por él.

Aún en su mente flotaban las palabras duras de Owen y su actitud que le dolió en lo más profundo.

—Estábamos hechizados por ese maldito. Alexander principalmente, y él me transmitía el veneno. Para estas alturas creo que ya todos saben quién es mi pareja.

Ava continuó sin hablar, solo mirándolo profundamente, poniéndolo nervioso y angustiado.

—Amig… Ava, perdóname por favor —Owen se rectificó, bajando la cabeza.

Ya no se atrevía ni a decirle amiga.

Lo