Durante varios minutos el capitán Hernández estuvo avisándole a su tripulación que posiblemente estarían bajo un ataque, así que lo recomendable era quedarse en sus camarotes y cerraran las puertas hasta nuevo aviso y que mantuviesen sus armas de fuego cerca.
La tripulación mantenía sus armas de fuego de manera legal ya que durante muchísimo tiempo en distintas zonas marítimas que eran transitadas existían los piratas que lo único que intentaban era amedrentar a los barcos de mercancía para robarlos y tomar su control, por suerte esto nunca le sucedió al buque de Morgan Enterprises pero si tuvieron experiencias donde se cruzaron con piratas que patrullaban ciertas aguas, al parecer este tipo de mercancía nunca fue del interés para ser robada ya que era muy evidente que al distribuirse en países como India o incluso uno que otro país costero Africano causaría un problema a nivel gubernamental.
— Ángel, ¿sigues ahí? — preguntó Ethan por el teléfono
— Aún, sí, estoy avisándole a mi tripu