Tania abre la puerta lentamente y se asoma un poco para hablar.
-Señor Black, disculpe la interrupción, pero aquí hay una joven interesada en la vacante de mesera. – puedo percibir cierto temor en la voz de la chica al referirse a ese hombre, incluso su radiante sonrisa ha desaparecido.
-Muy bien Tania hazla pasar y puedes retirarte a continuar con tus actividades.
Observo como asiente y se retira de la puerta, se acerca aun mas a mi y me obsequia un apretón de mano al igual que una sonrisa.
-Mucha suerte Angelique cuando termines me buscas en la entrada para llevarte a tu mesa, espero y seas mi compañera de trabajo.
-Gracias por todo Tania y claro que te buscare para ver si quedamos como compañeras de trabajo.
Dicho esto, Tania avanza por el pasillo montada en sus zapatos de tacón alto en tono negro, su