Era sumamente extraño que el llamará, desde que nos despedimos en la playa no volví a saber nada de él y ahora aparece mágicamente de la nada para hablar conmigo, con algo de cautela atiendo la llamada, esperando alguna mala noticia o algo por el estilo.
-Hola preciosa. – ese tono seductor y juguetón me hace reír de inmediato.
-Hola Elliot.
- ¿Como estas? ¿Y que es todo ese ruido que se escucha? – inquiere en ese tono melancólico, que me hace creer que sin duda también como actor triunfaría en algún papel protagónico.
-Estoy bien gracias por preocuparte, ¿y tú qué tal?, Viene a bailar un poco y por algún trago, estaba aburrida y preferí salir de casa un poco. – explico con sencillez evitando entrar en detalles.
-Te diviertes sin m&