Capítulo 4

Estaba en un debate interno conmigo misma, esta era una situación donde no quería meterme.

—¿Milena? —preguntó Lucrecia, clavándome la mirada

—¿Porque debemos irnos? —cuestioné—. Además tengo que esperar a Alex y yo quiero quedarme con ella...

—¿Qué estás diciendo, Lucrecia? ¡Ni siquiera la conoces y te queres quedar con ella!

—Lu, espera...

—¡¿Desde cuando eres tan estúpida?! —mi corazón se detuvo por un momento, me sentía herida.

—¿Porqué no te vas? —Selene prácticamente gruñó—, deja de tratarla así ¿Quién te crees que sos?

Estaba segura de que ella estaba a punto de tirarse encima de Selene  para comenzar a pelear como la última vez, pero gracias al chico con el que ella estaba antes eso no sucedió.

No estoy segura de que hubiera pasado si ellas se ponían a pelear ahora mismo, suficiente tenía con toda la tensión del momento como para agregarle golpes sin sentido.

—Vamos  —él la tomó del brazo y comenzó a llevársela—. Esto no tiene sentido.

—No me hables más —sentenció mirándome.

Mi amiga no me quitó la vista de encima por un buen tiempo y en ese momento me sentí avergonzada. Miré la mano de él sobre su cintura hasta que se perdieron entre las personas.

No quería que las cosas terminaran de esa manera, solo quería decirle que esperara a que Alex vuelva para irnos juntas más tarde, no quería dejar a mi amiga sola. Incluso era consciente de que ambas se llevaban muy mal porque Lucrecia había estado con su mejor amiga, pero no era para que se enoje conmigo.

—¿Estas bien? —preguntó Selene.

Sentí como mis ojos ardían, quería llorar por la manera en la que ella me trató y si, era demasiado sensible, pero ella jamás me había levantado la voz.

—¿Podemos irnos? —pregunté al ver que las personas nos estaba mirando—. Creo que fue una mala idea.

—Quiero ir a casa —muerdo mí labio inferior.

—Está bien, te llevo —me tranquiliza con una sonrisa. Solo déjame asegurarme de que mi amiga está bien. ¿Querés despedirte de tus amigos?

—Si, les voy a decir que me voy. Gracias.

—De nada, hermosa. Te veo en la puerta en unos minutos.

Asiento mientras me pongo de pie y le dejo lugar para que se vaya. Ella me da una sonrisa antes de despedirse y la veo caminar hacia su amiga.

Pov Lucrecia

—¡Sueltame! —le digo saliendo de su agarre

—Para un poco —intenta tranquilizarme

—¡No!

No entiendo desde cuándo creyó que podía decirme que tengo que hacer, esto es una locura.

Me voy caminando lejos de todos, quitándome la m****a de máscara que traigo puesta y tirándola por alguna parte. No quiero ver a nadie, realmente me tienen todos demasiado cansada.

Abi se enojó conmigo porque estaba con el chico cuando ella ni siquiera me respondió.

¿Cómo es que iba a ser adivina y saber que ella aceptó estar conmigo esta noche?

Encima de todo tengo una mala suerte de m****a con que justo haya llegado cuando el tipo volvió a besarme. Es que, carajo, todo tiene que salir mal.

Prendo un cigarrillo mientras que me siento a la vuelta de la casa, no quiero encontrarme con la estúpida de Selene ni con Milena.

Todavía no puedo creer esto, ellas ni siquiera se hablaron en su puta vida y ahora parecen novias que se toman de la mano.

—¿Que pasó?

Levanto la mirada cuando Julio de pone de cuclillas frente a mí. Al parecer la pelea se estuvo divulgado y no tengo idea de cómo termina esto.

—Nada —doy un largo suspiro

—¿Porqué te peleaste con Selene ahora?

—Milena —murmuro

—¿Milena? ¿Que tiene que ver Milena? —él arruga la nariz

—Me enojé porque se estaban besando.

No puedo descifrar la cara de confusión de mí amigo ahora mismo. Quiero reírme, pero no estoy de tan buen humor hoy.

—¿De qué me perdí? ¿Estás con Milena?

—No.

—¿Entonces?

—Nada, solo me molestó. ¿No puedo? —él hace un gesto y se sienta a mí lado, sacándome un cigarrillo de la caja.

—Pensé que lo tuyo era con Abigail. ¿Que pasó?

—Abigail, si. Con ella también discutí recién.

—¿Por?

—Me vio besándome con el idiota ese que estabas conmigo. La había invitado a la fiesta y bueno, no sé.

—Pero...

—No, no me cuestiones. Yo le mandé un mensaje a Abigail y ella jamás me respondió. ¿Cómo carajo voy a saber?

—¿Y con Milena entonces?

—Con Milena no pasa nada, solo me molestó que esté con esa idiota. Parece que todo está en mí contra hoy.

—¿Decidiste darle una oportunidad?

—Julio, escucha —gruño—. No quiero nada con ella, solo no me gusta que esa idiota de Selene esté al lado suyo. No después de que prácticamente me sacó a Abi.

—Pero no entiendo para que te molestas por eso, deja de darle importancia. Que Selene y Milena hagan lo que quieran.

—No quiero. La detesto, no puedo odiar más a otra persona.

—En vez de pensar en eso,. ¿No es mejor si vas a buscar a Abi ahora?

—No, no tiene sentido —me quejo—. La conozco y sé que necesita tiempo, después la llamo.

—Lu...

—Solo necesito que estés acá en silencio y dejar que se me pase el mal humor. ¿Podes hacerlo?

—Bien.

No sé si la vida es complicada o si soy yo quien se la complica solita. Ni siquiera me gustaba ese tipo como para estar besándome con él y estoy demasiado drogada para pensarlo ahora mismo.

Lo de Abi se volvió doloroso e insoportable, desde que terminamos no puedo dejar de pensar que tal vez, solo tal vez, si me hubiera manejado de otra manera esto podría resolverse.

¿Buscarla ahora?

No, eso no tiene sentido. Solo discutiríamos más y esto se volvería un completo infierno. Las peleas con ella eran cada vez más intensas, las reconciliación en el mismo punto y la distancia ya no calmaba nada.

La amo, pero siento que las cosas se fueron al caño desde la última vez. Nosotras siempre nos arreglábamos a las horas de haber discutido, pero esta es la primera vez  que nos distanciamos tanto tiempo.

No, no quiero aceptar que ella está así. Y estoy dispuesta a hacer las cosas bien si es que ella regresa.

—Luis dijo de ir mañana a su casa —murmura él después de un buen rato.

—¿Luis? —hago una mueca—. No sé si estoy de ánimos.

—Antes de estar en casa deprimida podrías venir. Además no la verás hasta que haya clases otra vez.

—Cierto —suspiro—. Creo que puedo internarlo, no sé.

—¿Porqué no te quedas en casa hoy? —muerdo mí labio inferior.

—Si, puedo. Iba a ir con Tatiana pero creo que tiene otros planes —le comento refiriéndome a que estaba con una de las chicas muy entretenida

—No puedo creer que ella esté con Melisa —Julio suspira y hace una mueca.

—Pensé que solo habían salido una vez.

—Bueno si, pero había otras chicas en la fiesta.

—Y entre ellas está Clara. ¿Porqué no le hablas?

—Porque hoy en noche sad. Vamos a tomar unos tragos y fumar, no voy a dejarte sola —asegura palmeando mí muslo.

Ambos nos levantamos y comenzamos a caminar hasta el patio otra vez. Sé que no me merezco estar así, por lo que haré lo que sea para intentar recuperarme.

Siento que todavía me duele verla y lo peor de todo es que me la cruzó en el camino. Ella está sentada y noto como Selene se le acerca.

Yo debería estar con ella.

No sé que es lo que ella me hizo, pero tengo que tomar una decisión y rápido. Si no la recupero lo más probable es que me hunda otra vez y ahora no estoy segura de que posibilidades pueda tener.

Pov Selene

Me siento mal por Milena ahora mismo, vi su rostro cuando la idiota de Lucrecia le hablaba así. Todo eso me llevó a pensar en cómo se sentía mí mejor amiga con todo esto también, ella había discutido unos minutos antes y después pasó esto.

La veo a unos pasos, ella está sentada mientras fuma un cigarrillo y no dudo en acompañarla.

—¿Que pasó? —pregunto mientras acaricio su espalda.

—Nada, solo... —ella da un largo suspiro y seca su lágrima—. Es una idiota.

—¿Que hizo? —hago una mueca

—Dijo que nos veríamos en la fiesta y estaba con ese chico. No lo entiendo, Sel. ¿Porqué tiene que hacer esto?

—No es la primera vez que ella lo hace, Abi. Tenés que alejarte de ella, esto no te está haciendo bien, lo sabes.

—Esto es difícil, estuvimos juntas mucho tiempo. La amo, no consigo alejarme.

—Y ella te estuvo engañando durante este tiempo, no sirve para estar en una relación y lo único que conseguís es arruinarte los buenos días. ¿Que sentido tiene esto?

—No lo se —suspira—. Juro que intento mantenerme alejada y luego viene y dice cosas —solloza—. Estoy cansada.

—Todo va a estar bien, te lo prometo —beso su cabeza— ¿Querés ir a casa?

—No, no quiero. No es justo que tenga que irme, no por su culpa.

—¿Que tenés ganas de hacer entonces?

—Nada —toma mí mano y la acaricia—. Te vi con Milena ¿Que pasó? —ella limpia su cara y me sonríe.

—Nada, después te cuento bien. Pero ella quiere irse a casa y la voy a llevar.

—¿Vas a quedarte con ella?

—No, solo la voy a acompañar, es todo. ¿Querés que vuelva y nos vamos a otra parte?

—¿A dónde?

—No ko sé. Quizás Damián tiene algo en mente, le pregunto.

—Está bien, pero si te quedas con Milena solo llámame ¿Si?

—Lo prometo. ¿Vas con Lucas?

—Si, me está esperando adentro, vamos a bailar un poco. ¿Tomaste mucho?

—No en realidad, solo un vaso. Estoy bien para conducir.

—Suerte —ella sonríe y me guiña un ojo antes de ponerse de pie.

Lucas es nuestro amigo, así que me deja más tranquila saber que va a quedarse con él mientras no estoy.

Detesto a Lucrecia, no importa en qué circunstancia me encuentre. Ella es insoportable y la mujer más idiota que conocí en mí vida.

No puedo creer que mí mejor amiga de haya enamorado de ella, pero ese no fue el problema principal, sino que aún continúa detrás suyo como no hubieran pasado miles de cosas en todos estos años.

Miro mí celular mientras voy de camino a la entrada y no puedo evitar hacer una mueca cuando veo tantas llamadas perdidas de mí padre.

No estoy segura de que quiera ahora, pero no estoy dispuesta arruinar mí noche con sus cosas.

Pov Milena

Le dejo un mensaje a Alex mientras camino  hacia la entrada de la casa, me había despedido de mis amigos hace unos minutos pero creo que todos están más ebrios que de costumbre.

Cuando espero una respuesta de mí mejor amiga la pantalla muestra su foto porque entra una llamada.

—¿Milena? ¿Dónde estás?

—Todavía estoy en la casa, pero me voy a casa, discutí con Lucrecia.

—¿Que? ¿Porqué?

—Después te lo explico.

—Pero espera ¿En que te querés ir? ¿Porqué pusiste que te vas?

—No tenés que irte si es lo que estás pensando. ¿Te acordás de Selene?

—¿De Selene? ¿Qué Selene? ¿Johnson? —reí 

—Si, ella. Me llevará a casa .

—¿Porqué no me esperas unos minutos que ahora voy?

—No, querés quedarte así que no te preocupes. Lucas me dijo que va a llevarte a casa, él no está tomando así que conducirá de vuelta.

—Está bien. Sabes dónde está la llave de casa ¿No?

—Si, lo sé —muerdo mí labio inferior—. ¿Vuelves tarde?

—Vamos a tomar algo y volveré en una hora. No te preocupes.

—Ahí viene Selene, te llamo cuando llego.

—Cuídate, te amo.

Doy un largo suspiro cuando la veo venir, ella está mirando su celular con el celo fruncido pero lo guarda tan pronto llega hasta mí.

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