Capítulo: “El corazón de Eleonor”

El ruido de las conversaciones llenaba la casa. Risotadas, brindis, niños corriendo por el patio mientras los adultos charlaban alrededor de la mesa. Era un cumpleaños más, un domingo en familia, pero para Eleonor, ese día marcaba un punto de inflexión en su vida.

Sentada en un rincón del patio, con un vaso de limonada fría entre las manos, Eleonor observaba la escena frente a ella con un nudo en el estómago.

Paula reía con Sergio.

Y él la miraba con una sonrisa tranquila, como si en ese instante no existiera nada más en el mundo.

Ese detalle la golpeó con una intensidad inesperada. No porque creyera que había algo más entre ellos—Sergio no era así, no jugaba con los sentimientos de nadie—, sino porque, por primera vez en su vida, se sintió ajena a su propio amor.

Se sintió una espectadora de algo que no sabía si podía llamar suyo.

Ella amaba a Sergio.

Con toda su alma, con cada latido de su corazón. Desde el primer día en que vio esos rulos pelirroj