Laura miró al chico de la camisa blanca y reconoció aquel rostro. Sintió como si un puñal atravesara su pecho y doliera tanto para morir.
—El de la camisa blanca —dijo Laura con voz temblorosa al reconocerlo. Luego miro a Alysa y el rostro de la mujer se notaba emocionado. Laura trago duro para poder respirar. Le dolía el pecho y sus ojos picaban al reconocer que él estaba ya con otra mujer.
—Sí, ese es el prometido de Alysa— confirmó Adela en voz alta y agarró el brazo de la joven aludida — ¿Cierto que ese es tu prometido?
Alysa miró a las dos mujeres y luego sonrío con cierta dificultad. Ese gesto para Laura significo emoción y noto que la mujer se veía enamorada, o eso quiso pensar la aturdida mujer.
—Buenas noches— dijeron los dos hombres al momento de llegar.
La voz del misterioso hombre fue como si una de