Justo antes de llegar a casa, todavía en el coche, Francis preguntó:
- Vi, ¿por qué aceptaste mi propuesta?
- ¿Como asi?
- Tríos... Ya que habías sido enfático en que la respuesta era no.
- Bueno, tuve algunos problemas... En casa.
Él se rió:
- ¿Y decidiste aceptar mi propuesta solo por eso?
- No en ese orden. Tuve los problemas, me bebí la botella de vino y me armé de valor para intentar un trío...
- Que era para dos, al final... - Me miró.
- Sí.
- ¿Qué pasó en tu casa?
- Le lancé un zapato a Liam... Y el tacón le dio en la frente... Y sangró.
Me miró juguetonamente, tratando de no reírse.
- ¿Como asi? ¿Lastimaste a Liam con un zapato?
- No fue a propósito, Francis.
- ¡Mierda! Esto es bastante loco, Vi. ¿Como estaba?
- Joder... Y echándome la culpa. Mi madre intervino y luego ya os podéis imaginar el resto.
Empezó a reír.
No le diría que robó el dinero del baile y culpó a una persona inocente. Ni que tuviera una enfermedad grave y no pudiera sufrir emociones fuertes por el riesgo de