Cuando me di cuenta, estaba dentro del auto, sintiendo que se me cerraba la garganta. Sabía lo que era: alergia.
- ¿Como estoy? Pregunté, tratando de abrir la sombrilla y mirarme en el espejo.
Francis lo sostuvo, impidiéndome abrirlo:
- Será mejor que no te mires, Vi.
- ¡Qué carajo! Si muero, hay una lista... Debajo de mi colchón, Francis.
- Vi, deja de decir tonterías. Y tira esta lista de una vez por todas.
- Es que si mi garganta no se cierra... Me vas a matar por accidente en este auto... Estás corriendo tan fuerte.
- Tus labios están muy hinchados... Y tu piel está roja.
- ¿Yo estoy horrible? pregunté, casi llorando.
- No... Es hermoso... Parece un botox que no funcionó.
Empecé a reír y lo golpeé en el brazo.
- Idiota Francisco.
- Sincero idiota, siempre. Pero... ¿Qué hay en la lista?
- Nada importante... No creo que vaya a morir. - le dije cuando paró frente al hospital.
- ¿Qué hay en la lista? Si no lo dices, no te bajes del auto.
- Me voy a morir de nuevo... - Empecé a fingir