Pasamos el domingo más perfecto de todos. No recuerdo cuando fui tan feliz en la vida... Excepto los días que estuve a su lado.
Alrededor de las 4 pm mi padre vino a mi habitación. Cuando entró, no le impresionó ver a Francis acostado en mi cama, con su ropa, por supuesto.
- Pensé que cuando encontrara a uno de ustedes, encontraría al otro también. - el dice.
- Hola papá. - dije con miedo.
Últimamente, mi padre estaba muy celoso. Y el tiempo que pasé con Dom Mr. Yan me dio mucho dolor de cabeza.
- Cariño, nuestro vuelo sale a las 18:00. Tenemos que irnos pronto o llegaremos tarde.
- Papá, lo olvidé por completo. – dije preocupada, sin saber por dónde empezar a organizar mis cosas en tan poco tiempo.
- Yan, puedo llevarme a Vi. vine en coche Sería un placer.
- No dudo que sería un placer, Francis. Sacudió la cabeza.
- ¿No vas a preguntarle sus verdaderas intenciones conmigo, papá? – me burlé.
- Claro que no... Ya sé lo que son. Lo peor posible, ¿no es así, Francis? Lo miró enojado.
- Y