DANIEL O'HIGGINS
Luego de hablar con el Padre Julián estuve en un largo e interminable período de reflexión y también duda.
Se que varios sacerdotes rompieron sus votos de castidad y abandonaron el sacerdocio. Fueron diferentes circunstancias y ellos sencillamente cayeron en la tentación del placer carnal, muy diferente a mi situación actual. Si yo dejara mí vocación sería para disfrutar del amor que le tengo a mi hijo.
Cuando llegue el documento de Christian tendré que romper el silencio y afrontar esta situación tan compleja, pero antes de que eso pase debo hablar con mi madre para saber en qué estaba pensando al cometer una locura así.
Fui a ver a mi hijo. Aún no transcurrieron veinticuatro horas desde que estuve con él, pero lo extraño. No sé cómo podría hacer para vivir sin él. Aún pienso en lo que Rosario sugirió hace tiempo acerca de irse de la ciudad y estoy seguro de que no podría soportarlo.
Vernos luego de la noche compartida fue incómodo, pero aún más saber