DANIEL O'HIGGINS
  Rosario se sintió tan emocionada que me abrazó y por un momento sentí que iba a besarme. Jamás me vi en una situación así y por un momento no supe que hacer. Tal vez ella notó mi incomodidad y por eso se alejó de inmediato.
  -Está bien, no te preocupes. ¿Vas a comenzar pronto con tu emprendimiento?- Cambié abruptamente de tema y ella pareció más que complacida por eso
  -Aún tengo que comprar cosas, ¿Te gustaría acompañarme?
  -No tengo nada que hacer, puedo cuidar de Christian mientras compras lo que necesites- Sugerí
  Rosario fue a cambiarse y yo entré a la habitación para buscar pañales y toallas húmedas para Christian que se había ensuciado. Allí la vi de espaldas subiendo su jean, usando una ropa interior que enseñaba su trasero y por un momento me quedé de pie en la puerta sin saber que decir.
  -Perdóname yo venía para buscar... Christian necesita...- Me puse realmente nervioso y la vi sonrojada al extremo
  -¿Qué necesita? Creo que ya hemos vivido su