Capítulo 165.
Capítulo 165.
Amelia sonríe, su rostro es el de la completa inocencia, absoluta ilusión y sobre todo una amabilidad poco frecuente en ella.
Se adentró en la oficina observando cada uno de los detalles de la oficina, cada cuadro y detalle invitaban a estar cómodo, todo lo contrario de las oficinas frías e impersonales que visitaba regularmente.
— No me digas señora McCarthy, llámame Amelia— una sonrisa casi maternal apareció en los labios de la señora— he estado dando vueltas al arduo trabajo que llevas a cabo…— comenzó Amelia al mismo tiempo que se sentaba justo en la silla de piel que le había indicado Lucrecia de forma discreta.
Un solo movimiento en vano y todo se vendría abajo.
Un silencio absoluto y tenso llenó el ambiente por completo, Lucrecia envaró de forma discreta su espalda, se negaba a aceptar que la respuesta de esta mujer sería un antes y un después en su futuro y para lograr todos sus planes, se mantenía siempre con la misma faceta de mujer segura, esa que inspirab