Por Alejandro
Nos sentamos en los sillones, eran 5 horas hasta la próxima parada.
Busco unos documentos en mi notebook para seguir con el tema y cuando la miro estaba completamente dormida, nuevamente le pido una frazada a la azafata, no la quiero despertar, me encanta verla dormir, es muy angelical.
Me quedé dormido yo también.
Dormimos incómodos o al menos no tan cómodos como en una cama, hasta la última parada.
Nos despertaron las azafatas, para que nos pusiéramos los cinturones.
Hasta que volvimos a volar ya estábamos despabilados y volví a llevarla a la oficina, esperaba no distraerme con su boca de cereza, ya mi miembro la había probado…o ella me había probado…mierda, como me distraigo con esta mujer.
-Valeria, el tema es que me demostraste lealtad y con Omar queremos que tu amiga Emi sea nuestro testaferro y vos el nexo.
Se me queda mirando, porque evidentemente no esperaba esa propuesta.
Lo dije rápido y sin dar vueltas.
-No entendemos nada de ese negocio, lo que sé, yo lo apr