Fabiola estaba tan furiosa que se le nublaba la vista. Ana extendió la mano para sostenerla: —Fabiola, lo de anoche fue por mi culpa desde el principio, no te culpes tanto.
Mientras no hubiera muerto nadie, todo se podía arreglar. Además... Mateo realmente había actuado por ella.
Ana no quería deber este favor. Así que si tenía que asumir la responsabilidad, que así fuera.
Cuando Gabriel se enteró de esto, dijo: —Te garantizo que no te pasará nada, Ana.
Bianca tomó a Emanuel y dio la misma opinión: —Ana, no te preocupes, no tendrás antecedentes penales. Después de todo, también eres víctima, fue legítima defensa, ¿por qué tendrías que asumir responsabilidad legal?
En Terraflor, el dinero y el poder estaban por encima de todo.
Incluso si Ana no tuviera razón, ellos pagarían para que la tuviera.
¡Mucho más cuando Ana realmente se había defendido!
Si acaso había algún error, era haberse excedido en la defensa.
Que ella asumiera toda la culpa tenía una razón muy importante: temían que los