Capítulo 406
Palabras duras pero certeras.

Giana temblaba de rabia por todo el cuerpo, deseando estrangular a Ana en ese mismo momento.

—¡Ana, deja de decir tonterías! ¿Crees que eres una santa? Terminas con tu novio de siete años y luego te enredas con el tío de otra persona, ¡hasta yo siento vergüenza por ti!

Giana la atacó con palabras venenosas, junto con todos los rencores del pasado que explotaron en ese momento.

Ana no se dejó provocar. Cruzó los brazos y observó con mucha calma a Giana que parecía una verdulera insultando en la calle. Después de unos instantes, se rió con desdén: —Ese es el tío de Mateo, no el mío. ¿Qué ley lo prohíbe? ¿Eh?

Giana era una perseguidora fanática de Gabriel. La vez anterior que terminó en la estación de policía fue porque se había colado sigilosamente en la habitación de hospital de Gabriel para intentar abusarlo.

Después fue castigada por los Urquiza y finalmente había aprendido a comportarse. Aunque no había vuelto a aparecer públicamente, en secreto había en
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP