Es decir, para Mateo, ella y él no habían roto todavía, y él la amaba profundamente.
¿Pero qué importaba eso? Ana curvó sus labios con desdén y se bebió otro vaso de alcohol.
—Amnesia selectiva... creo que tuve un cliente con algo similar antes.
Lucía ya no parecía sorprendida.
—Ese matrimonio estaba en una situación parecida a la tuya, Ana. Amor desde la infancia durante años, pero el hombre sucumbió a la tentación y fue infiel.
Este fenómeno ya era bastante común en la sociedad actual.
Como abogada, Lucía había manejado muchos casos similares.
Pensando ahora en ello, reflexionó:
—Aquel hombre sufrió amnesia intermitente por un accidente de coche. Olvidó por completo toda su infidelidad, solo recordaba que amaba muchísimo a su esposa. Al final se reconciliaron.
Si eran felices ahora o no, Lucía no lo sabía.
Ana afirmó:
—Mateo y yo nunca podremos reconciliarnos.
Aunque ahora Mateo estuviera en su momento de mayor amor por ella, ¿qué importaba?
¿Podía garantizar que su amor sería perman