Al día siguiente, Armando deliberadamente hizo que Samuel lo viera salir de la habitación de Viviana.
Pensaba que Samuel armaría un escándalo, pero sorprendentemente, se contuvo.
Todo resultó muy diferente a lo que Armando había planeado.
No fue hasta el nacimiento de Santiago que Armando perdió el control de la situación.
Había realizado secretamente una prueba de paternidad: Santiago era efectivamente su hijo biológico.
Samuel claramente también lo sabía, pero aun así eligió no decir nada y reconoció a Santiago como su propio hijo.
Se escuchó un sonoro bofetón.
Esta vez no fue Ana quien golpeó.
Fue Viviana quien abofeteó a Armando.
El lugar quedó en completo silencio.
Armando se tocó la mejilla con la lengua, manteniendo la mirada baja sin decir palabra.
Con voz temblorosa, Viviana le gritó:
— ¡Eres un animal!
Su vida perfecta había sido completamente arruinada por los cálculos de Armando.
Si su venganza era contra los Ramírez, ¿por qué involucrarla a ella?
La familia de Viviana era