Azzura
—Eso fue una fachada —murmura el abuelo, sigue de espaldas en la entrada del almacén—. Darío la mantuvo bajo perfil y la ocultó, pero se encargó de darle su apellido. Azzura es una Minniti. Él… dejó su futuro asegurado.
El capobastone se marcha hacia el interior, dejando a los hijos de Belucci anonadados y, de paso, a mí.
Siento que tocan la zona baja de mi espalda, y me sacan de mi estupor.
Tengo que fingir que no me afectó.
Pero… siempre soñé con gritar al mundo mi verdadero apellido, con que todos supieran quién soy.
Mi papá lo sabía.
Lo hablamos incontables veces, con la esperanza de que algún día…
Terzo me señala el camino con un gesto de la barbilla, una acción que habla más que mil palabras.
—Me disculpan —me excuso y coloco la mano en el pecho—, tengo una cita con la espada de la lealtad.
Empleo mi modo ácido y les digo adiós moviendo los dedos.
Dentro del almacén, el Don me espera al lado de la cruz enorme.
Busco a mi padre, por ilógico que sea, pero no está…
El sitio s