"Hubiera querido saber todo en ese momento y no pasar tanto tiempo sin tener idea de si aquello era real o no..."
Cuando la chica estuvo a punto de responderme, todas aquellas dudas e incógnitas que había en mi mente, llegaron los profesores y todo volvió a la normalidad y cada uno para su clase.
Antes de entrar al salón vi a Cristian con una sonrisa triunfadora mientras se llevaban a los otros tres a la dirección, él siempre saliéndose con la suya.
—Cualquier cosa que necesites llámame —dijo cuando se dio cuenta que lo estaba mirando, me guiñó un ojo y se fue hacia su clase.
El resto del día no vi a ninguno, solo hubo paz y tranquilidad para mi suerte. Aunque sí sentí miradas posadas sobre mí, con mucha intensidad, pero preferí ignorarlas.
A la tarde Nad nos había recogido a Lis y a mí. No dijo nada en el camino hasta que se detuvo frente a la casa de nuestra amiga.
—No puedo creer que vaya a decir esto, pero me alegro de que Cristian haya llegado