Capítulo 56. La traición del pasado.
Al salir de la casa de moda, con el eco de la discusión con la princesa Elizabeth aún resonando en su mente, Blair se topó con Julia, su madrastra, en el aparcamiento. La mujer que una vez la había vendido como si fuera un objeto ahora parecía un fantasma del pasado, un recuerdo amargo que intentaba borrar con cada paso firme que daba. Blair la miró con desdén; ya no era la niña inocente que había soportado sus abusos. Ahora era una diseñadora emergente, audaz y decidida, con el fuego de la ambición ardiendo en sus venas. En ese instante, la mirada de Julia, llena de desprecio y sorpresa, se cruzó con la de Blair, y se percibía la tensión de un enfrentamiento inevitable. La vida de Blair había cambiado y estaba lista para reclamar su lugar en el mundo, sin importar cuántas sombras del pasado intentaran detenerla.
—¡Fuera de mi vista, aléjate de mí, Julia! Eres una maldita miserable —gritó Blair, llena de rabia.
No podía soportar la idea de que esa mujer estuviera tan cerca de ella.
—¿