Comienza a darme exactamente lo que le pedí, su mano se mueve desde mi hombro para que su brazo pueda envolver mis pechos y abrazarme fuerte contra él mientras me golpea más fuerte, más rápido, su polla apenas sale de mí antes de volver a empujar. Pero no digo su nombre. En cambio, me quejo. Jadeo. Lo respiro como si fuera una maldita oración, la tensión en mí se vuelve insoportable mientras mi cuerpo pide liberación.
-Vamos mi polla-. Él gime. -Es mío. Dámelo-.
Sólo necesito una cosa más. Una vez más. Viene de Law lamiendo el caparazón de mi oreja mientras se entierra tan profundamente dentro de mí que ni siquiera puedo hacer que un sonido salga de mi boca por lo bien que se siente. Un gemido entrecortado es todo lo que puedo lograr mientras tengo espasmos a su alrededor.
-Sí.- Él jadea. -Hazme venir. Quítamelo. Sigue apretándome a mi alrededor-.
No podría evitar que mi cuerpo hiciera eso si lo intentara. Me acerco y agarro su trasero, empujándolo con más fuerza hacia mí mientras baj