Tal vez debería enojarme por su tono, por la orden en su voz, por la expresión de su rostro que dice que espera que haga exactamente lo que me dice. Quizás no debería estar tan excitado por todo esto. Pero lo soy.El calor sube a mi coño mientras lo miro, con la polla erecta y esperándome, sus brazos descansando perezosamente en los brazos de la silla, la punta de su lengua recorriendo su labio superior.-¿Debería establecer una regla acerca de que hagas lo que te diga la primera vez que lo diga?- pregunta.Trago y sacudo la cabeza. Mis talones están amortiguados por la alfombra cuando empiezo a caminar hacia él. Sus ojos me devoran todo el tiempo, haciéndome extremadamente consciente de dondequiera que mire. Mis pechos, mi estómago, mi coño, mis talones. De vuelta a mi coño, donde se quedan a medida que me acerco a él. Luego estoy entre sus piernas y sus ojos vuelven a los míos, siguiéndome mientras caigo de rodillas.Me inclino hacia adelante, pasando mis manos por sus muslos, amand
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