Capítulo 118

Tenía una expresión de desconcierto: "¿Q-quitarme la ropa? ¿Pero por qué?"

—¡Hazlo! ¡Por favor! —No necesitó más explicaciones cuando él se quitó la bata y vio su miembro erecto. No necesitaba que nadie le dijera cuánto dolor debía de estar sintiendo. Él vio cómo toda su ropa caía al suelo y ahora solo llevaba sus bragas.

Luego la levantó y la llevó a la cama para que quedara boca abajo sobre las sábanas, antes de desabrocharle los pantalones y permitir que su pene se liberara, la agarró de las piernas y la atrajo hacia él, ella empujó hacia atrás, levantando su trasero que estaba sostenido por sus piernas.

Presionó un dedo contra sus bragas y al instante se formó una mancha húmeda. Casi se las arrancó, pero se contuvo y las deslizó hacia abajo. Entonces empezó a tocarla, dejando sus cálidos jugos en sus dedos. Ella gimió contra las sábanas mientras él lo hacía, empujando sus caderas hacia atrás para que él pudiera meter el dedo lo más profundo posible.

Su pene, duro como una piedra y
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