Matías, al ver a Maximiliano en ese estado, se subió al lado del copiloto y le dijo:

—Lo siento mucho, hermano, no sabía que Olivia fuera ese tipo de mujer y si de algo te sirve, yo también me siento muy mal por lo que pasó con Luciana. Me encantaría poder devolver el tiempo para solucionarlo todo, pero no puedo. Por eso, en cuanto me di cuenta de lo que había hecho Olivia, decidí buscar el perdón de Luciana.

—Además, tú no tienes la culpa de lo que le ocurrió a Luciana, dado que eres otra víctima más de Olivia, que se aprovechó de la confianza y el amor que todos le dimos para hacer todo esto, lo que tenemos que hacer ahora es pedirle a Luciana que nos perdone, te estoy diciendo esto, porque solo quiero que sepas que, si hubiera sabido todo desde el principio, jamás me habría prestado para los planes macabros de Olivia.

Maximiliano, al escuchar estas palabras, levantó la cabeza y lo miró con una expresión agotada y con voz apagada dijo:

—No puedo culparte, ni a ti, ni a nadie, de lo