Aaron esbozó una media sonrisa torcida mientras me miraba.
— Yo aun no me creo que te pidiera a ti, a mi pesadilla personal, que viviera conmigo y se casara conmigo, por aquel entonces fui un capullo integral contigo ¿no te parece? – pregunto
— Si, si que lo fuiste, te doy toda la razón — respondí
—- No se si algun dia podré disculparme contigo lo suficiente, Rebeca — me dijo Aaron
— Pues entonces, yo de ti, dejaría de intentarlo, todo eso ya pertenece al pasado y por mi está olvidado, me gusta más el presente que tenemos ahora tu y yo — le dije entrelazando mis dedos con los de mi esposo
Aaron levanto mi mano, besándome los nudillos, sin dejar de mirarme
— Lo mismo digo mi amor — me contestó– aunque aún nos queda hablar con Clay, ¿no te parece? — preguntó muy serio
— Lo sé ¿cuando lo llamarás?, estoy segura de que nos pedirá ir a su casa y hablar delante de toda su familia — conteste– ¿que crees que pasara cuando hables con Clay? — dije
— No lo sé, cuando hable con él pensaba que me