Han pasado tres días desde que salí con Gabriel.
Tres días en lo que he evitado a toda costa al bastardo.
El sábado Gabriel y yo regresamos justo antes de que se oscureciera, a lo cual, Aidoneo y Cecil no habían regresado, pero tampoco quise saber lo que había pasado con ellos.
El domingo era mi día libre, así que desde temprano me pegué a las faldas de Blanche y la acompañé a Marsella para las compras, Cecil no nos acompañó, quiso visitar a su familia en Saint Tropez. Así que regresaos por la noche a la casa, a lo cual, con éxito, tampoco lo vi.
El lunes por la mañana me vestí temprano para engullir mi almuerzo y terminar a tiempo cuando él bajó para tomar el suyo.
Hice una apuesta con Tate y si lo vencía en un juego de papel o tijera me dejaría ir al frente por tiempo indefinido, le preocupaba tanto mi aprobación que se dejó convencer de ello y gané.
Así que el lunes logré evitar a Leonard en el camino, a excepción de su clase antes del almuerzo, estuve evitándolo tanto que su mirad