Capítulo veinte
La mejor luna de miel y el peor final
—Lo siento —se disculpa mi mejor amiga—, quería hacer esto desde que me dijiste que te ibas a casar. No se preocupen, sigan con la boda.
Sí, fue ella quien dijo que se oponía. En serio, a veces me dan ganas de matarla. Incluso vino con un vestido negro diciendo que era en representación de mi soltería que había muerto. Todos se echan a reír por su locura exc