Con el cuerpo como si le hubieran dado una paliza.
Así despertó Joel.
Todo él era una pupa viva.
Llevándose una mano a su sexo, pudo comprobar que aún estaba demasiado duro además de distinguir algo en torno a su base.
Algo que le apretaba.
Siseando se dio media vuelta y se miró a sí mismo.
Una especie de anillo adornaba su pene.
-¿Qué mierda es ésto?- graznó alarmado.
La puerta del baño se abrió apareciendo Bale.
Esta vez vestido.
-Buenos días - saludó con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué coño es ésto?- inquirió Joel señalándose su pene.
-Un anillo estrangulador- respondió el moreno.
-¿Y por qué lo tengo puesto?-
-Para que se mantenga el orgasmo y la erección- explicó éste
-¡Tú quieres que se me gangrene la polla!- se exaltó Joel.
-No se te va a gangrenar - rió divertido Bale
-¡Quítamelo!-
-Aún no - alegó D