BRINA

Baño del bar – 6:27 p.m.

Clark.

Repito el nombre en mi mente por quinta vez desde que Lyra lo mencionó.

Clark.

Suena... fuerte. Familiar. Casi dulce.

Pero también lejano. Como si viniera de un sueño que olvidé hace mucho.

Clark.

¿Quién es Clark?

¿Y por qué me provoca este nudo extraño en el pecho cada vez que lo pienso?

Me inclino sobre el lavamanos, apoyo ambas manos contra la fría superficie imitación mármol, y me obligo a mirar mi reflejo.

Y lo que veo no me gusta.

No soy la mujer segura que solía ser.

No soy la chica de sonrisa fácil y mirada feroz.

Esa mujer —la que siempre supo lo que quería, la que peleaba por lo que amaba— parece haberse desvanecido.

¿Dónde está?

Ahora que lo pienso...siempre se desvanece cuando Duncan ingresa a mi mundo.

Por alguna razón, nunca soy completamente yo cuando él está cerca.

Me veo... apagada...aunque fue mi primer amor.

El primer hombre con el que soñé en mis años de inexperiencia e inocencia.

Clark.

Frunzo el ceño. Mi garganta se aprieta.