MAYA
Abro los ojos observando todo a mi alrededor, mi boca está seca y mi cuerpo se siente entumecido por la mala posición en la que me encuentro ahora.
─Has despertado, pensé que nunca lo harias , ya estaba ansioso de conversar contigo. – Lo veo molesta.
─Para conversar conmigo fuiste un imbécil al secuestrarme cobardemente, no tienes agallas para hablar sin tantas mierdas – repliqué furiosa. Puedo notar a Igor enojado, sin embargo, eso no me va a detener en decirle sus verdades.
─Eres muy habladora, Maya. Eso no me molesta. Sabías que me pertenecías desde que eras un bebé. Y dime, ¿ya sabes qué clase de hombre es ese que tanto amas?
Niego riendo por su mentira.
─Ni siquiera me conociste desde que era un bebé, y ahora me estás mintiendo para que caiga en tu asquerosa trampa. Igor, déjate de idioteces y libérame. Valentino no es cualquier hombre y tú más que nadie lo sabe. Lo recuerdas, me dijiste que era un lobo. No es necesario que me lo digas tú para manipularme y hacerme creer qu