Miro a mi alrededor y son alrededor de 6 hombres armados, dos camionetas, Martín me toca la mano, supongo que piensa que me va a proteger o algo así.
—Espera bonita. Vamos a ver que quieren esos hombres —dice y ruedo los ojos. Tratando de bajar del carro.
—No, no se te ocurra bajar. Te pueden matar.
Se acerca uno a la puerta para bajarme, Martín se alerta de una vez y abre la puerta primero.
—¿Qué quieren? No tenemos dinero acá pero si lo que quieren es dinero se los puedo entregar, solo hago una llamada. —Ellos se miran y se ríen.
—No, nosotros no queremos dinero, la queremos a ella. —Martin me mira y me cubre con su brazo.
—Tendrán que pasar por encima mío —habla Martín decidido.
—Él no tiene nada que ver, si me quieren a mí, acá me tienen, déjenlo que se vaya. —Martin me mira y niega con su cabeza.
Ellos se acercan y comienzan a pelear con Martín, le dan unos cuantos golpes, mientras tanto, yo tomo mis zapatos y comienzo a golpearlos, preciso hoy dejé mi arma, por todo lo qu