En el trayecto que quedaba para llegar a la ciudad, el oficial Fernández se dedicó a explicarle a Malakai sus suposiciones, aclarándole siempre este punto de vista, que únicamente eran las suposición de un hombre que había trabajado durante años en investigaciones.
—El primer día que fui al rancho, lo primero que hice fue dirigirme a la mansión esperando encontrarme con algún empleado de confianza, fue allí donde me detuvo Carl y me dijo que él era el empleado de confianza de Magnus, su mano derecha por decirlo de algún modo. —el rostro incrédulo de Malakai le dejó más que claro al oficial de que el mayor mentía desde un principio. —Supongo que no es la mano derecha.
—No, la mano derecha de Magnus soy yo, eso te lo puedo decir cualquier en el rancho, aunque es verdad que Carl se encarga de ciertos asuntos, pero estos están más que nada ligados a las personas del pueblo, Magnus no es una persona de perder el tiempo en pequeñeces, por lo que ante cualquier inconveniente más que nada que