Magnus salió de la mansión con paso firme, irradiando esa confianza y autoridad que lo caracterizaban, su semblante serio era suficiente para silenciar cualquier murmullo entre los vaqueros que se habían reunido fuera, como si esperaran una declaración que calmara su creciente incertidumbre, algunos movían los pies inquietos, otros cruzaban los brazos en un intento de parecer relajados, pero el nerviosismo era palpable en el aire.
—Les agradezco a todos su preocupación y rápido actuar. — dijo más por protocolo que por ser cierto, pues fue su aura de Alpha el que llevo a todos a actuar. — Ahora pueden regresar a sus labores. —ordenó el mayor con una voz grave y autoritaria que no admitía réplica alguna, su mirada barrió al grupo, y los hombres asintieron rápidamente.
Sin cuestionar, los vaqueros comenzaron a dispersarse, algunos intercambiaron miradas curiosas, cargadas de preguntas que ninguno se atrevía a formular, era evidente que la obediencia hacia Magnus no solo se basaba en el r