Ian Moskav
Finjo muy bien. Soy el puto rey del engaño. Un maestro de la mentira. Dios del truco.
Esta es la tercera mujer que entierro y todavía nadie puede entender cómo hago lo que hago.
La diferencia ahora es que esta sí es mi mujer, con ella me quedo y no la perderé jamas. Lo que Nicolleta Moskav es para mí, ni yo mismo lo entiendo.
Estamos en el funeral inglés de mi esposa Nikky, y cuento los segundos para que esta mierda acabe y despertar a Nicoletta para hundirme en ella hasta me diga basta.
Esa rubia no imaginó todo lo que podía sucederle al meterse a la catedral. Allí yo elijo quien entra y quien sale y cuando mi contacto en la Interpol me avisó de que habían mandando a una rubia para atrapar a mis socios y dar conmigo, solo tuve que abrir el archivo para saber que la tendría para mí. Ella siempre estuvo condenada por la mafia. Será la reina del puto mundo a mi lado pero no se puede reinar desde el lado bueno. Ahora está muerta para el mundo y ha despertado como la dama del