- ¿Te has vuelto loco? Yo no tengo tanto dinero. Además, no pienso darte ni un centavo. – cruzo mis brazos por encima del pecho.
- Tú no tienes el dinero, pero tu noviecito sí. Se lo vas a robar y me lo darás. Lo quiero hoy mismo.
- Ni puedo ni lo haré. – le digo. No pienso robarle a Luke, y menos esa cantidad tan desorbitante. – Yo no tengo ningún poder para acceder a su dinero.
- Te equivocas. Por lo que leí, llevas su apellido, eso te convierte en algo así como su esposa.
- No lo haré. – le repito.
- Al menos intenté hacerlo por las buenas. Si no quieres, no me queda otra opción, tendré que usar un método que no quería – lo miro sin comprender qué es lo que dice.
Camina hacia mí y me enseña una fotografía en la pantalla de su móvil. Es Alessa. Una cinta negra cubre sus ojos y una precinta oprime su boca. A su lado hay un hombre, uno de los que estaban aquella noche en la cena benéfica. Siento cómo mi cuerpo pierde la fuerza y me tam