Al menos la hora si rindió para arreglarme. Pensé que no lograría estar lista para antes de que él llegara, me equivoque, ya que tuve el tiempo suficiente hasta para arreglar mi desastre de cabello y maquillarme.
Algo que siempre hago en dos horas, hoy logré hacerlo en una.
Vamos, hasta me merezco un aplauso por ello.
No, esperen. No hay tiempo para ello, desde aquí escucho el sonido de la corneta de su auto.
Contuve un gritó de emoción y tomé mi teléfono encima de la cama, dando grandes zancadas con mis piernas con el único objetivo de llegar abajo lo más rápido posible.
Al menos está de mi lado la suerte de que papá y mamá no se encuentran en casa, salí con toda tranquilidad y de inmediato me subí al auto de Han Emris, soltando pequeñas risas como si estuviera haciendo una travesura.
Claro, lo puedo considerar así.
Después de todo a papá no le gustaría que me este viendo con este caballero aquí a mi lado, no después de que me vio llorar por el.
Han Emris también parece que le causa