La habitación de la señora Monika estaba en silencio, excepto por el suave tic-tac del reloj en la pared. Estaba sentada en la cama, con una almohada apoyada en la espalda, mientras Philip y Hunter ocupaban las dos sillas a su lado. Ambos hermanos lucían cansados después de lo ocurrido en el comedor.
La señora Monika respiró profundamente.
No importa cuántas veces les diga que dejen de pelear —dijo despacio—, nunca escuchan a una anciana.
Philip bajó la cabeza. Hunter cruzó los brazos y miró hacia otro lado.
Ella suspiró.
—Así que supongo que es hora de probar una táctica nueva. Tal vez ustedes dos deben enfrentarse de verdad para que esta pelea termine de una vez.
Hunter frunció el ceño.
¿Qué quiere decir, abuela?
Ella los miró a ambos, con ojos firmes.
Philip, vuelve a la empresa inmediatamente. Entre ustedes dos, quién será el próximo sucesor… yo lo decidiré en un año. ¿Entendido?
Philip asintió enseguida.
Eso es justamente lo que quería hablar hoy —dijo—. Sí, abuela. Volveré al Gr