Faye estaba en su sala de dibujo. Tenía pintura en los dedos. Miró el lienzo y entonces sonó su teléfono. Era Sarah.
¿Hola? —dijo Faye.
Faye, ¿por qué no desmientes esos comentarios? —preguntó Sarah rápidamente. Vi la publicación. La gente está hablando.
Sí —dijo Faye dejando su pincel—. Lo sé. Escuché que la hermana de Desmond lo hizo.
¿Estás segura? —insistió Sarah—. Alguien dijo que la publicación salió de ella.
Lo sé por un aviso interno —dijo Faye—. Lo hizo Carina. Ella hizo la publicación. Lo escuché de alguien que la conoce.
Entonces deberías decir algo —dijo Sarah—. No dejes que las mentiras crezcan.
Hay una investigación policial —respondió Faye—. En cuanto exista un caso, hablaré. No puedo actuar antes que la policía.
Aun así —dijo Sarah—, la familia Becker debería decir algo. Si ellos intervienen, la gente se calmará.
Faye miró el lienzo.
La familia de Philip tiene muchos problemas ahora —dijo—. No quiero empeorarle las cosas.
Faye sintió un nudo en el pecho.
—Él lo está pa