Lucer bufó.
-Ya lo escuchaste, oh alfa de la gran manada. Tu esposa celosa no quiere que ninguna loba te toque. No te preocupes yo te ayudaré a vestirte-
Lara lo fulminó con la mirada.
-No sé ni que es peor-
-Lo que va a ser peor para todos es que comenzar el maldito festival si no te acabas de cambiar de una puta vez- Byron había perdido la paciencia y agarró a Lara de los hombros y la arrastró donde las protestas y maldiciones se escucharon por todo el pasillo.
-Tú… estás disfrutando todo esto ¿verdad?- Lucer se giró hacia Mathew que aunque tenía el rostro serio sus ojos claros ya no eran tan fríos como antes.
-¿En serio me vas a ayudar a cambiar?- Mathew alzó una ceja en dirección hacia él.
-Bueno, ya que no te pueden tocar las lobas y Byron la ayudará a ella porque tiene que estarlo vistiendo ¿quién mejor?- esbozó una sonrisa- No todos los días uno puede ser testigo de ese cuerpo desnudo que tienes-
-Ni que te gustaran los machos- Mathew relajó sus hombros sabiendo del tono de bro