Me acerco tomando sus labios entre los míos de manera suave, lo cual me hace erizar, la sensación que me embriaga me hace dejar de pensar y pronto Aziel está tomándome en sus brazos para que me siente en su regazo. El ritmo del beso aumenta sin llegar a perder lo romántico, lo dulce y ese sentimiento.
Nada, nada se compara con esto. Lo cual me hace sentir fatal, pero igual que en mis vidas pasadas siempre amó más a uno. Espero que está sea la definitiva.
–Te amo mi rey– él sonríe y yo hago lo mismo volviendo a juntar mis labios con los suyos de manera más ardiente, el beso toma fuerza, dominio y control sobre nuestros cuerpos y pronto me encuentro acostada en la cama con Aziel sobre mi cuerpo besándome igual de desesperado.
La ropa desaparece, el deseo se hace evidente en cada roce, en cada mirada, en casa segundo. No pudo dejar de verlo mientras besa mi cuerpo como si fuera lo más hermoso del mundo. Aziel se acerca y se ubica entre mis piernas entrando de forma suave; jadeo ante la s