Lana
–No voy a poder acompañarte– susurro una vez estoy sentada frente a Izel, quien tiene a Matt en sus brazos.
–¿Por qué no?
–Porque Aziel nos pidió a Cora y a mi ir con él no sé a dónde, quiere que Cora haga un hechizo de destrucción y yo le de energía pura– recuerdo perfectamente como hace tres días hacíamos planes de ir a llevar al pequeño Matt al pediatra, pues hoy cumple dos meses y el pequeño no se despega de Izel. Además de nuestra restricción de salir solamente al colegio y del colegio al palacio, nos había parecido una buena idea.
Pero Aziel arruinó nuestros planes cuando a primera hora pidió que Cora y yo fuéramos a su oficina, había planeado un viaje por tres días. No nos había dicho nada más, solo le pidió a Cora llevar su libro y a mí solo me dijo que me hidrate y descanse bien.
Los días habían pasado tan rápido y cada vez lo veo más caído y desesperado, su vínculo con Amara lo tiene débil, de ella no sabemos casi nada y lo último que sabemos es que está en el mundo de