Sophia

Caminaba de un lado a otro en mi apartamento, con el teléfono pegado a mi oído mientras intentaba controlar la rabia que casi me consumía.

Todo había salido mal ese día, todo.

—Andy —dije entre dientes, respirando con dificultad para calmarme—. Necesito que me escuches atentamente. Riley se lastimó en la escuela hoy y le tomaron muestras de sangre.

Hubo una pausa al otro lado de la línea antes que la voz de Andy llegara, cautelosa y mesurada.

—¿Qué tipo de muestras de sangre?

—De las que hacen que los doctores empiecen a hacer preguntas o a ordenar más pruebas para encontrar una explicación a lo que vieron —respondí con brusquedad, sintiendo que las mentiras que había construido cuidadosamente para atraer a Xenois, se desmoronaban frente a mí.

—Necesitaban saber su tipo de sangre para una transfusión y al parecer, los marcadores genéticos eran tan evidentes y familiares para la doctora de la familia de Xenois, que hicieron pruebas adicionales.

Escuché una fuerte inspiración de a