Capítulo dieciséis

La gente en el restaurante se volvió para mirar su mesa y Gary les sonrió.

—Mi jefe está un poco borracho, por favor no le hagan caso y no tomen fotos—, afortunadamente, este era uno de los hoteles de Michael, así que Gary ordenó  las seguridades a tener en cuenta para cualquiera que quisiera tomar una foto o hacer un video en secreto.

Michael, inconsciente de la conmoción que casi provocó, siguió murmurando para sí mismo.

—Para entonces, ese tipo de Craig no puede hacer nada más que dejarnos en paz— Gary lo miró y por un momento estuvo tentado de grabarlo él mismo, es raro ver a Michael tan vulnerable pero al final, no lo hizo, pero se hizo un voto a sí mismo de que debía sacar algo de su embriaguez, así que  le preguntó.

—Pero jefe, ¿recuerdas cuando tú y Sasha empezaron a pelearse?

—Por supuesto— murmuró Michael y tomó un sorbo de su bebida, Gary le quitó la bebida, si quería respuestas Michael tenía que estar un poco sobrio para recordar lo que realmente
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