Sasha bajó las escaleras a la mañana siguiente, podía escuchar a Chris balbucear y sabía que ya estaba levantado, se dirigió a la cocina de donde venía su voz solo para escuchar un chillido. Miró a Hannah que estaba llorando y sonriendo al mismo tiempo.
—Por fin ha vuelto, señora.—¿Cómo estás Hannah?— Sasha preguntó suavemente.—Estoy bien ahora señora, Chris la ha extrañado.— Sasha sonrió y se inclinó hacia su hijo que ya se estaba acercando a ella, había una gran sonrisa en su rostro y sus ojos se llenaron de lágrimas, lo había echado de menos, oh Dios, pero siempre se aguantaba cada vez que quería ceder a ir a Casa y verlo. Vanessa se lo había llevado la semana pasada, un día antes de que Michael regresara, ella le había dicho que estaba llamando a su madre a pesar de que no podía hablar con claridad. Ella lo levantó y lo besó en la cabeza, inhalando su aroma, el aroma que siempre la dejaba fresca.—Oh, cariño, mamá lamenta haberte dejado, promete que no volverá a ha