—Fille de pute.— murmuró uno de ellos mientras terminaba de sujetar sus manos con cinta adhesiva y hiedra venenosa.
Automáticamente le abofeteé al escuchar aquello.
—Mira, puede que no sepa mucho francés, pero ese "hija de puta" lo he entendido perfectamente.— aclaré mirándole directamente a los ojos, puede que no entendiese mis palabras a la perfección, pero mi mirada de odio era bastante clara.
—Podríamos matarlos.— repitió Hades por enésima vez.
—Solo si es estrictamente necesario.— volví a explicar mientras colocaba cinta en la boca de los recién adquiridos prisioneros de guerra.
—Seguro que ellos no harían lo mismo.— masculló Hades mientras hacia rodar colina abajo a uno de ellos.
—Tenemos que ser mejores.— justo entonces el mismo que me había insultado trató de morderme al ir a colocarle la cinta adhesiva en la boca.— Quizá a este sí haya que matarle.—se me acabó la paciencia y volqué un bote de esencia de jazmín mezclado con algunas cosas más sobre un pañuelo que llevaba suje