Esta semana post fiestas de fin de año ha estado en ese limbo pasivo/agresivo de lo que podemos llamar una relación entre dos seres normales que se aman, pero que tienen tantas cosas en la cabeza que no los dejan pensar con claridad.
Sí, soy yo la que está narrando, ya les dije que mi querida… a ver cómo les explico, ¡Ya sé! como les estoy diciendo nuestra Hanny anda perdida en la luna o en lo que sea que esté pensando.
Seamos honestos, como conciencias aparecemos, aunque ellos no quieran y no todas las veces sabemos toooodo lo que tu humano pretende en esa cabecita loca.
Sino ¿se imaginan a un asesino serial? O peor ¿a un loco con personalidades múltiples? Bueno, ya conocía a alguien así, pero me reservo el derecho a la quinta enmienda.
A todo esto retomo, a veces también soy dispersa como Hanny, no les he contado la llegada de esos dos tortolitos a la academia el uno de enero, pues fue tanto el cansancio de esos dos que cayeron rendidos, mientras el lindo de Somerson los aportil