Los días pasaban donde Roxana buscaba seguir con su rutina diaria y al mismo tiempo estaba alerta por si miraba algún extraño cerca de la casa e igual por seguridad Jorge le indico donde dejaría una pistola cargada en dado caso que sea muy necesaria.
- Hola Roxana ¿cómo estás? – justo en esos momentos ella salió de sus pensamientos y al ver a la izquierda vio a su vecina saludarle desde su jardín.
- Buenos días Bertha – le saludó mientras sacudía una camisa para tenderla en la soga.
- También aprovechas el sol ¿eh? – mencionó divertida ya que ella igual estaba tendiendo la ropa recién lavada.
- Claro, así todo se seca el mismo día – le contestó mientras tomaba otra ropa para colgar.
- Buen día – en eso las mujeres vieron que un pequeño rubio correr hasta la reja que dividía ambos jardines.
- Buenos días Jimmy – saludó Roxana.
- ¿Y Ed?
- Está mirando la tele, pasa si quieres.
- ¡Siii! – dijo el menor pasando por el hueco de la barda para correr al interior de la casa.
- ¡Jimmy! – Berth